miércoles, 19 de diciembre de 2012


  ¿RAZONAMIENTO MORAL?                                                                ¿DEPORTIVIDAD?

                                 
En una de mis ultimas entradas entradas e querido provocar un debate o hacer reflexionar sobre los gestos deportivo tan bonitos que nos deja el deporte en algunas ocasiones ya que no solo es violencia y competición, sino compañerismo, respeto y diversión.
Aquí dejo dos noticias que me llamaron la atención sobre la deportividad que me transmite al leerlo:
1.El respeto, la caballerosidad y la consideración hacia el adversario son valores que enaltecen al deporte cuando se ponen en práctica. Este año que termina también nos ha dejado algunos de esos casos de deportividad que merecen ser siempre destacados para que puedan servir de ejemplo en el futuro a otros deportistas.

El espíritu olímpico resucitó en los Juegos de Pekín con el abrazo que se dieron la rusa Natalia Paderina y la georgiana Nino Salukvadze en el podio de tiro con pistola de aire a 10 metros. En esas fechas, sus países estaban en guerra pero ellas decidieron colaborar por la paz con un gesto cargado de simbolismo. "Yo gané muchos amigos gracias al deporte, no sólo en Rusia sino también en muchos otros países. Nino compitió para la Unión Soviética durante muchos años. Somos amigas y nuestro abrazo debería mostrar a los políticos que pueden aprender del deporte", declaró Paderina.


El ejemplo de los más pequeños
Probablemente, el gesto de deportividad más bonito del año sucedió durante un partido de alevines disputado en Cataluña entre el Roses y la Fundación Sánchez Libre. El equipo visitante sólo contaba con diez jugadores y tuvo que alinear a un crío de 6 años, hermano de uno de los jugadores. Cuentan las crónicas de quienes presenciaron el partido que el pequeño se esforzó para estar a la altura de sus compañeros, pero cinco años de diferencia de edad eran demasiados.

Conscientes de la ilusión que le haría marcar un gol a Robert, ambos equipos se compincharon en un acto de generosidad que difícilmente olvidará el pequeño protagonista de esta historia. Sus compañeros le cedieron el balón y los rivales empezaron a caer al suelo sin quitarle el balón hasta que llegó solo a la portería y batió al portero. Todos, compañeros y rivales, celebraron el gol con Robert, un niño de seis años para quien lo importante no era ganar, empatar o perder, sino participar.

.http://rojilloshastalamuerte.blogia.com/

1 comentario:

  1. Me parece un tema muy interesante y muy bonito. Me gusta que hayas echo una entrada sobre los gestos tan bonitos que se pueden ver en el deporte

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